Se celebra el día de la Abogacía del Estado
Rubén Ramos – Secretario General de la Asociación Gremial de la Abogacía del Estado.
A través del Decreto 3556/84, durante la Presidencia del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín se establecen los 7 de noviembre como: «Día del Abogado del Estado» en conmemoración de la fecha de creación del cargo de Procurador del Tesoro de la Nación. Es decir, el día de quienes cotidianamente ponemos al servicio del Estado nuestros mayores esfuerzos y capacidades intelectuales en defensa de los intereses públicos y de la legitimidad del actuar estatal. Quienes ejercemos la abogacía pública desde hace muchos años conocemos la importancia de esta labor profesional, la cual sólo debe reconocer como guía el apego a la Constitución y a las leyes y que hoy requiere de una representación estable, plural y democrática, que contenga todas las opiniones sin distinciones: ésta es la esencia de nuestra Asociación y la idea-fuerza de quienes la integramos.
Los Abogados del Estado necesitamos que nuestra voz sea escuchada y difundida como un aporte más hacia la consolidación de un Estado moderno y eficiente y que cuente con profesionales idóneos y capacitados. Para ello, es nuestro norte trabajar incansablemente para jerarquizar y lograr el reconocimiento de la importancia de nuestra función; por el respeto a la carrera administrativa -cuyo pilar fundamental es la estabilidad consagrada por nuestra Constitución Nacional-; por la actualización de la Ley del Cuerpo de Abogados del Estado para -en ese marco- lograr el debido y justo escalafón propio a que hace referencia esa norma.
En estas y otras cuestiones, que consideramos también prioritarias, venimos trabajando desde hace tiempo elaborando propuestas, proyectos y programas para, a su turno, someterlas a la consideración de quienes corresponda, siempre privilegiando el diálogo por sobre cualquier otra acción.
Por último, quiero expresarles mi profunda convicción de que a través de nuestro empeño y sentido solidario haremos posible la realización de nuestros sueños. Con el afecto de siempre y la invitación a disfrutar plenamente de nuestro día, con el entusiasmo y la esperanza que nos caracteriza, les dejo un abrazo enorme.